Por naturaleza, el ser humano tiene la necesidad de dejar su impronta sobre distintas superficies y transformar su entorno. De esta manera, es creador para poder comunicar y expresar sus ideas, pensamientos y sentimientos.
Impulsar la exploración y expresión por medio de diversos lenguajes artísticos resulta entonces, fundamental en la primera infancia. Puesto que lleva a establecer numerosas conexiones con uno mismo, con los demás y con la cultura.
El arte es una actividad inherente al desarrollo infantil desde el inicio de la vida. Posee un carácter potenciador de creatividad, sensibilidad, expresividad y sentido estético.
Así conocemos el mundo, así nos descubrimos y nos construimos. Porque cuando un niño deja su huella, comienza a percibir que sus propias acciones modifican el mundo.
Y así, accionando en su entorno al mirar, ver, descubrir, disfrutar, explorar, experimentar, crear, imprimir, dibujar. armar. desarmar, hacer, deshacer, modificándolo a través de acciones y observando las huellas de este hacer, los niños comienzan a conocer el mundo y a descubrirse a sí mismos en él.
Debemos construir formas lúdicas y placenteras a acercar a los bebés a los bebés y a los niños al arte, acompañarlos desde el afecto respetuosamente, en sus primeras experiencias en el lenguaje plástico visual.
Los seres humanos, desde siempre, necesitamos otras cosas, además de alimento, abrigo y descanso: conocer el mundo, dejar huellas en él, modificarlo y comunicarnos con otros.
Por eso Colegio, considerado como una Institución Educativa que apunta a la formación integral de los niños, se ocupa también de iniciarlos en algo que les es propio como seres humanos; el arte.
Debemos acercarlos al arte, cobijarlos en él, iniciarlos en los lenguajes artísticos, al decir de Elvira Pastorino, “acunarlos afectuosamente desde el Arte”.